Paulina Andrade Abad
Comunicadora Social
MSc. en Educomunicación
La ley Orgánica de Comunicación en su artículo 71 sobre
responsabilidades comunes, en el numeral 2 se refiere a la necesidad de desarrollar
el sentido crítico de los ciudadanos y promover su participación en los asuntos
de interés general.
En el numeral 10 manda: Propender a la Educomunicación.
¿POR QUÉ ES NECESARIO DESARROLLAR LA CONCIENCIA CRÍTICA DE LOS CIUDADANOS?
Porque todos experimentamos el poder de los medios
masivos de comunicación. Vivimos
inmersos en el mundo de la televisión, la radio, el cine, las revistas,
el Internet. Porque la nuestra es una generación interactiva.
El cuestionamiento a la calidad de información,
entretenimiento y comunicación que nos dan los medios es cada vez mayor. Se denuncian sus efectos alienantes, masificadores,
manipuladores. Pero la simple denuncia no basta, es necesario saber cómo
actúan sobre los demás y sobre nosotros mismos; conocer sus mecanismos internos, los resortes
sicológicos de los que se valen para ejercer su atracción e influencia.
Es preciso conocerlos desde dentro, hacer una lectura
crítica de ellos, aprender a dar un nuevo significado y recrear sus mensajes, de manera que los
televidentes y usuarios de estos medios
puedan aplicar esos conocimientos en
otras áreas de su vida cotidiana y
fomenten su autoformación
permanente, que los conocimientos que obtienen de esos medios sirvan como apoyo
para el trabajo educativo y organizativo con comunidades, organizaciones y
sujetos colectivos.
Los padres de familia, los
niños/as, adolescentes, trabajadores, universitarios, maestros, profesionales, distintos grupos sociales, tienen valiosas posibilidades de enfrentar el
fenómeno audiovisual (TV, cine e Internet), -y a los medios en general-, haciendo escuchar su voz, proclamando su
derecho a exigir que la programación mejore. Pero para eso deben educarse, recibir capacitación semiótica ante el lenguaje audiovisual, deben estar
en capacidad de develar las ideologías de los mensajes, se les debe dar el
mayor número de elementos que les permitan discriminar cantidad y calidad de
programas, se debe reforzar las capacidades grupales de mediación.
La educación en lectura y pensamiento crítico de mensajes es una forma de limitar desde la ciudadanía, a los monopolios en
los medios y sus vínculos con intereses privados y transnacionales. Les
permitirá rechazar los métodos enajenantes de la sociedad de consumo,
consolidar el sistema de libertades y garantizar la efectividad de los procesos
democráticos, les permitirá resistir los
embates de los medios en la llamada Guerra de Cuarta Generación. Permitirá, además, despojar de su carácter mítico a los medios de comunicación y sus estrategias comunicacionales
¿POR QUÉ LA NECESIDAD DE
IMPLEMENTAR LA EDUCOMUNICACIÓN EN LAS ESCUELAS, COLEGIOS Y UNIVERSIDADES?
La comunicación y la
educación no pueden seguir existiendo, del modo tradicional, como ámbitos
totalmente separados. La sociedad de la
información ha puesto en evidencia la necesidad de que ambos mundos, el
educativo y el comunicativo, se aproximen
y se relacionen.
Para ello se necesita una
acción concertada entre los diferentes actores que participan en ambos mundos.
La concertación tiene que
partir de la comprensión profunda de los valores y actividades que les son
comunes y de un reconocimiento mutuo de los actores que participan en ellos.
Una escuela, o una institución educativa, son entidades que comunican, transmiten y proporciona orientaciones, códigos y lenguajes.
Un medio de comunicación es, de alguna manera, un sistema que conduce al saber de su propio público. Ejerce
además tal grado de influencia, especialmente en los más jóvenes, que su acción
puede denominarse también, de alguna manera,
educativa informal.
En consecuencia, la
educación y la comunicación están obligadas a entenderse. De ahí que sea
menester promover la educación en medios. Para ello deben perseguirse los
siguientes objetivos:
- Poner en claro los aspectos
comunes entre comunicación y educación.
- Crear conciencia en los
educadores de la importancia de los medios de comunicación en la educación.
Llamar la atención a los
comunicadores sobre la importancia de la tarea que cumplen en relación con la
educación.
Establecer puentes de
relación entre comunicadores y educadores.
Promocionar la educación en
medios, que debe ser abordada en las escuelas, colegios y universidades.
La educación en
lectura crítica de mensajes es parte de
una educación liberadora, que algunos ven como una remota utopía. Es necesario desarrollar conciencia crítica y pensamiento crítico, no solo desde las aulas,
sino desde la reunión con los vecinos, los grupos sociales, es decir como
ejercicio de desalienación desde las prácticas cotidianas, desde la rica
diversidad de las experiencias pedagógicas, así también como desde el trabajo
con los distintos grupos sociales, en los barrios, en las asociaciones de
vecinos, de mujeres, de indígenas, de afros, reforzando su capacidad de mediación ante
los mensajes emitidos por los medios, apoyándolos en su toma de
conciencia.
PARTICIPACIÓN
CIUDADANA EN TEMAS DE COMUNICACIÓN
Los medios de comunicación
cumplen un rol fundamental en la democracia, pero no son democráticos, no
permiten la participación activa de la sociedad civil en la toma de
decisiones de algo que le compete: la
calidad de comunicación, información y entretenimiento a la que está expuesta.
Sin la democratización de los medios y sin la participación
activa de la sociedad en ellos, no hay
avances posibles en la democratización de nuestros países.
Es muy importante apoyar la sensibilización de los
distintos actores sociales sobre el papel de la comunicación y el ejercicio del
periodismo, impulsando el diálogo social, apoyando reformas legales y políticas en el sector de los medios de comunicación y ofreciendo capacitación práctica
que los ayude a ser mejores.
No se trata de copiar o exportar modelos europeos o de
otros continentes; por el contrario,
reconozcamos que muchas de las propuestas latinoamericanas para la democratización de los medios y para
la participación de la sociedad civil en ellos
son de las más avanzadas en el debate internacional.
El debate sobre la profundización de la aplicación de la
Ley Orgánica de Comunicación nos lleva a tratar la
responsabilidad social de los medios, para consolidar una democracia
participativa, creando una cultura ciudadana de paz, diálogo y reconstrucción ética.
Los ciudadanos debemos ser consultados sobre cualquier
cambio que se quiera hacer en esa ley,
como una forma de incidir en la
toma de decisiones de algo que les corresponde por derecho: una comunicación de
calidad.
Los ciudadanos no queremos más unos medios ajenos a
nosotros, distantes, desinformadores, sin espacios para la sociedad civil. No
queremos tampoco vacíos jurídicos y leyes que tan solo son cómplices de la
discrecionalidad gubernamental y mediática, amigos de la irresponsabilidad
informativa y represora de los medios ciudadanos y comunitarios.
La libertad de expresión y el derecho a la información son
derechos garantizados en la Constitución, en el capítulo de las garantías
individuales, no son derechos de los concesionarios, gobierno y partidos, sino de todos, y frente a la realidad mediática y legislativa del país
tenemos un problema de violación a los derechos humanos.
Los ciudadanos no queremos más medios a medias, no solamente porque no queremos ser únicamente receptores del proceso, sino vigilar que se nos proporcione la
información plural necesaria para nuestras decisiones fundamentales.
Queremos también que se nos reconozca el derecho y la
capacidad de hacer comunicación, medios interesantes y sociales.
Creemos que se deben construir formas de integración,
alianza y enlace entre quienes reflexionan sobre la realidad de los medios de
comunicación y quienes las materializan en los hechos, teniendo como sujeto
esencial de su trabajo a quienes la viven cotidianamente: los ciudadanos.
De ahí que es menester trabajar en tres líneas
fundamentales:
1. La generación de públicos críticos y participativos
2. La producción de mensajes desde la sociedad
3. La participación en la discusión pública sobre los
asuntos de la comunicación social en Ecuador.