viernes, 10 de julio de 2020








Ex Ministro Freddy Peñafiel:

CORRUPCIÓN, 

DISCURSO DESMOVILIZADOR

No hay crisis de valores en la sociedad ecuatoriana, lo que sucede es que, desde los grandes medios de comunicación, se desarrolla en forma sistemática un guion que posiciona a la corrupción como un problema generalizado en el país, pese a que hay sectores que frecuentemente dan muestras de poseer y practicar altos valores humanos, según el ex ministro de Educación, Freddy Peñafiel.
Cada tres días nos presentan un nuevo caso de corrupción y vamos olvidando lo que realmente está pasando. La forma continua y metódica de presentar los casos de corrupción nos llevan a pensar que todo está guionado para minar el ánimo de la gente que hasta hace poco creía que su país era lo mejor del mundo, afirmó.
Peñafiel, también educador, expresó esos criterios en el conversatorio mensual del Colectivo Espejo Libertario, que se desarrolló el martes 7 de julio de 2020, mismo que fue transmitido por radio Pichincha Universal.
El discurso sobre la corrupción no es casual y trata de dispersar la atención de la población, lo que unido al aparataje montado desde los grandes medios, crea cortinas de humo que a la final llevan a que esos medios sean los que determinen qué debe hacer la Fiscal o el Ejecutivo, sostuvo.
Así se va construyendo una suerte de democracia maquiavélica, en una sociedad que va relajándose y dando paso a que crezca la desconfianza, y la fragilidad de la democracia se manifieste.
De acuerdo con Peñafiel, se presenta al Estado como única fuente de corrupción, pero no se percibe la evasión fiscal que proviene del sector privado.
Según el ex ministro de Educación, el discurso sobre la pérdida de valores de la sociedad ecuatoriana, a la que se refieren algunos sectores, es una ficción que viene acompañada de la acusación a la escuela de haber descuidado la enseñanza en valores, cuando hay corruptos que inclusive han recibido moral y religión en sus escuelas y colegios.

Debilitan al Estado
El problema es que se ha desvalorizado y casi desaparecido al Estado, al que nos muestran como un todo corrupto. El gobierno y los medios trabajan para hacer desaparecer la institucionalidad, sin tomar en cuenta que cuando el Estado se fortalece es el motivador principal de la equidad en la sociedad.
Además, los medios, a través de programas, en especial de farándula han ido posicionando a individuos con pies de barro, que luego se vinculan a hechos delictivos, y por ellos se dice que la sociedad está sin valores, pero ellos no son la gente que está en las calles.

Tarea de todos
Nos están quitando, poco a poco, los derechos a la educación pública primaria, secundaria y superior; a servicios de salud y seguridad gratuitos y de calidad.
Nos están inmovilizando para que no defendamos los intereses públicos. La democracia no es solo ejercer el derecho al voto, sino que ésta se fortalece cuando nuestra participación como ciudadanos la sostiene.
Tenemos que resguardar lo bueno que se consiguió, nuestra protesta no puede ser individual sino de grupo.
En este tiempo hemos visto a maestros con verdadera calidad de educadores, a jóvenes interesados en colaborar con adultos mayores o con niños y adolescentes en su aprendizaje. Nuestra sociedad ejerce una cultura de valores y lo hace bien, pero hay otros, los medios, que están inventando una crisis de valores haciendo una construcción de falsos imaginarios en base a hechos aislados y que hacen mella en algunas personas. Que hay corruptos, sí; que hay delincuentes, sí; pero no es la sociedad ecuatoriana delincuente ni corrupta, enfatizó.
Tras sostener que los medios tratan de inmovilizar a los ecuatorianos, porque es fácil manipular a una sociedad que dice que no hay valores, Peñafiel afirmó que es necesaria una política de comunicación hacia la sociedad, dirigida no solo por los medios privados, sino por el Estado, para escuchar y darle voz a aquella. 
Tenemos derecho a una comunicación democratizada y democrática que ayude a construir un país de valores, de justicia y es tarea de todos ir alrededor de la solidaridad y la justicia, porque hay otra realidad posible, que está más allá, y es la única posibilidad de un cambio que el pueblo ecuatoriano progrese. (lpe)