jueves, 27 de febrero de 2020

CONCENTRACIÓN DE MEDIOS LLEVA A ACAPARAR PUBLICIDAD Y A UNIFORMAR IDEAS




Vista previa de imagen
CarlosAndrés Groner (der.), Luis Supliguicha Cárdenas, moderador (izq.)

La concentración de la propiedad de los medios de comunicación en Ecuador lleva al acaparamiento de los recursos económicos por parte de la gran industria mediática, en desmedro de los medios pequeños, y a uniformar la información y las ideas, según el sociólogo e investigador ecuatoriano, Carlos Andrés Groner.

Según el analista, de un total de 1.500 de medios de  prensa, radio y televisión que existen en el país, aproximadamente un 95 por ciento pertenece al sector privado, un seis por ciento a sectores comunitarios y cuatro por ciento, al público.

Groner presentó estas cifras y reflexionó sobre las consecuencias de esa realidad en las percepciones y opiniones de los ecuatorianos, en un conversatorio organizado por el colectivo Espejo Libertario, con ocasión del Día del Periodista ecuatoriano, en enero pasado.

Un reducido porcentaje de medios acapara el 90 por ciento del mercado publicitario, con facturaciones anuales que rebasan los 20 millones de dólares, y en algunos casos particulares llega hasta más de 55 millones de dólares declarados, aseguró.

Mientras, un enorme grupo de medios no alcanza los veinte mil dólares anuales de facturación, y aquellos que están en manos de personas naturales o de organizaciones comunitarias registran ingresos menores a 500 dólares anuales.

La concentración genera poderes fácticos que determinan la agenda pública para privilegiar intereses de determinados grupos, comentó.

Este predominio del sector comercial privado tiene “efectos devastadores para la libertad de expresión”, de acuerdo con el analista, puesto que ese fenómeno ha limitado históricamente el pluralismo social y ha alejado a los medios de la sociedad y a ésta de aquellos.

Subrayó que los ingresos económicos condicionan la capacidad operativa de los medios, al igual que la situación laboral y el desarrollo personal de comunicadores, periodistas, escritores, sonidistas, camarógrafos, entre otros, que laboran en ellos.

De igual manera, aseguró, está en juego la calidad de la información que reciben los ciudadanos, y calificó como “fenómeno alarmante” que sean las corporaciones mediáticas las únicas que generen contenidos y noticias, mientras que aquellos medios que están en situación precaria se limiten a redistribuirlos apenas con “una marca diferente”, o a reinterpretarlos.

El número de fuentes originales desde las cuales se genera la información registra una brecha abismal en comparación con la totalidad de medios existentes, e, incluso es más aguda que en el resto de América Latina, afirmó.

 “Esto es muy grave para el periodismo de investigación, pues solo determinadas corporaciones, que tienen la capacidad de producir contenidos y noticias, pueden realizar ese trabajo”, mientras, al resto no le queda otra opción que hacerse eco de los contenidos, dada su condición precaria.

Esta situación conduce a la uniformidad de los contenidos que se producen o difunden, con lo que se impide que la ciudadanía reciba información desde diversas perspectivas y sectores.

Además, portales digitales, medios impresos, canales de televisión y radios de diferentes dueños, operan en consenso, bajo una misma línea editorial, con los mismos invitados para las entrevistas, lo que les permite repetir una y otra vez las mismas ideas sobre un determinado tema del acontecer nacional, hasta posicionarlas como una verdad irrefutable en el imaginario social.

A ello se suman los vínculos entre la industria de los medios y otras industrias como el espectáculo, los deportes, la moda, las entidades financieras y bancarias, las campañas políticas, las agencias de publicidad, la medición de rating y sintonía, entre otros, que  en conjunto forman parte de un mismo conglomerado de poder.

En Ecuador, los mismos que le quitan la casa al ciudadano porque no puede pagar la deuda, son los que comercializan sus productos en los supermercados, con sus agencias de publicidad, los que promueven las crisis políticas y económicas, y especulan, los que critican los nuevos impuestos o los promueven, los que posicionan determinados sondeos de opinión y encuestas sobre temas trascendentales, todo desde la comodidad de sus propios medios de comunicación, empresas de publicidad, fundaciones, y otros, comentó.

“Hoy los medios están destinados a crear un mercado de las ideas, por medio del cual, no solo nos venden objetos de consumo, como las últimas tendencias de la moda, o aparatos tecnológicos,  sino también nuevas formas de relaciones humanas y con el mundo, y concepciones políticas sobre nuestro desarrollo, lo cual influye en nuestras decisiones personales y políticas”, aseveró.

Al referirse a los grupos de poder que operan desde el espectro radio eléctrico, aseguró que desde allí “posicionan formas dominantes de cultura y a través de sus medios crean un mercado de las ideas” y “no solo nos venden objetos de consumo, sino también nuevas formas de relaciones humanas, relaciones con el mundo y concepciones políticas sobre nuestro desarrollo.” (I)
L.O.

lunes, 10 de febrero de 2020

Espejo insurgente


Eugenio Espejo comunicador insurgente


Resultado de imagen de imágenes cruces eugenio espejo
Fotografía: Quito Informa

Era el 21 de octubre de 1794 cuando Quito amaneció conmocionada porque en algunas cruces de piedra aparecieron unas banderitas rojas con la inscripción en latín que decía: Salve Cruce Liber Esto. Felicitatem et Gloria Consecunto que traducido al español significa “Al Amparo de la Cruz sed Libres, Conseguid la Gloria y la Felicidad”. 

Las autoridades españolas iniciaron una investigación para descubrir a los autores de dicho acto, al que calificaron de subversivo y las sospechas recayeron sobre Espejo, señaló Leonardo Parrini, periodista,  al presentar su ponencia sobre “Eugenio Espejo comunicador insurgente”, en el conversatorio sobre la “Proyección de los ideales libertarios de Eugenio Espejo”.

Por ello, el 30 de enero de 1795, el presidente de la Real Audiencia de Quito, se presentó en la biblioteca de la cual  Espejo era “encargado y ordenó su detención, procediendo de inmediato a confiscar papeles, libros, folletos, pensamientos borroneados y todo lo que consideró literatura insurgente”,.

Para comprender el significado de la presencia de Eugenio Espejo insurgente en el periodismo ecuatoriano, explicó Parrini,  amerita referirnos al tiempo histórico de su época. El XVIII fue un siglo de crisis y decadencia, una época de severas penurias económicas, de estancamiento manufacturero y agrícola, de cambios drásticos en el panorama demográfico y de una ambivalente incertidumbre en el plano político administrativo.

A este panorama decadente se suma la progresiva secularización de la cultura, la afirmación de identidades colectivas nacionales y el cambio de paradigma que supuso la nueva concepción de la razón humana como principal herramienta para evaluar el mundo. 

Lo suyo fue la experimentación y el raciocinio filosófico. Le inquietaron los clásicos griegos, romanos y franceses. La lectura lo lleva a aprender varios idiomas, francés, latín y griego y su máxima pasión: la literatura. Se graduó de maestro en filosofía. Su pasión insaciable por la lectura le lleva a organizar un archivo y formar una biblioteca en 1792. Fue director de la primera biblioteca pública de Quito, en 1767.

Inicia su actividad periodística escribiendo periódicos a mano. Uno de ellos, “El Nuevo Luciano”, un diálogo imaginario entre dos personajes. Posteriormente, apareció impreso el periódico “Primicias de la Cultura de Quito”, el 5 de enero de 1792, que consta de siete ediciones. 

Espejo sostenía que “la prensa es el depósito del tesoro intelectual” por lo que instaba a reponer “el caudal respectivo o los efectos preciosos de nuestros talentos”. Sobre su rol periodístico afirmaba: “Me he propuesto, pues, escribir siempre cosas útiles y que conduzcan inevitablemente a la educación pública de Quito”. 

El periodismo de Espejo, como más tarde fue el de Montalvo, es expresión pedagógica, una manera de hacer de la palabra escrita un medio de enseñar, de suscitar inquietudes, de despertar rebeldías”.

Con sus  obras maestras: “El Nuevo Luciano de Quito”, “Marco Porcio Catón” y “La  ciencia blancardina” Espejo  perseguía el mejoramiento intelectual de los quiteños.
Su estilo es siempre áspero, de sintaxis difícil, de giros elípticos, de complicada manera de conducir los temas en dos y tres planos’.

Según Leopoldo Benites Vinueza, utilizó los diálogos para construir su discurso penetrante e incisivo, publicado en más de una ocasión solo con pseudónimos, actitud lógica ante las acechanzas del poder.

Espejo fue un pedagogo del periodismo. Persuasivo a veces, vehemente otras, agresivo casi siempre, en todo momento la pluma es para Espejo una manera de doctrinar. Espejo es un hombre del Iluminismo. Un creyente de la Edad de las Luces.

En el campo del periodismo, el principal aporte fue ser el autor intelectual del aparecimiento del primer periódico en el país, Primicias de la Cultura de Quito. Con este no solo inauguró el periodismo, sino, ante todo, el ‘sentido de la quiteñidad’, que no se refiere exclusivamente a la ciudad capital de la Audiencia, sino a todo el país en conformación. Por su trabajo periodístico, Espejo y sus Primicias fueron considerados por las autoridades de la época, como ‘elementos subversivos’.

La importancia del diario Primicias de la Cultura de Quito se encuentra en el hecho de haber sido ideado y escrito como portavoz de una estrategia socio-política-económica-cultural puesta en marcha por la élite del Quito de entonces, y particularmente por Espejo. “Primicias…” quiso ser el órgano de restauración de la Patria que se hallaba sumida en la más absoluta pobreza.

En los siete números de Primicias, Espejo combatía a las inquisiciones, se refería a teorías científicas nuevas. La primera entrega de Primicias señala los problemas de la sociedad y así mismo tratar de buscar una solución. Como suplemento de este primer número, se divulga una carta dirigida a los maestros, “sobre el modo fácil de conducir a los niños al entendimiento de las verdades más importantes”. 

La segunda entrega de Primicias trae un ensayo filosófico sobre los rasgos de la sensibilidad. La tercera entrega tiene una carta escrita desde la máscara de una mujer, Erophilia, en la que señala algunos defectos del ensayo de la sensibilidad, donde se protesta contra “la injusticia del varón respecto a la mujer” y plantea una reflexión precursora de las defensas feministas. En la quinta entrega de Primicias se publica la carta enviada por Antonio Marcos desde Cuenca, al redactor del periódico y, como colaboración la paráfrasis de un salmo.

Espejo, como lo resalta la historiografía ecuatoriana, alentó con su pensamiento una conciencia crítica de su época, cuestionando la situación colonial y a las autoridades del momento.  El pensamiento ilustrado de aquella época influyó en Espejo; él aprendió muy bien la correspondencia que debe existir entre el ‘sujeto’ y el ‘objeto’, entre la verdad y la realidad, que constituye la base de todo conocimiento científico. 

Espejo se apropió bien de este nuevo momento de elaboración teórico-científica propio del siglo de la Ilustración. Dedicó su existencia a esa libertad de pensamiento y expresión, lo cual le valió el destierro, la prisión, la persecución política y hasta la muerte. Fue el costo que pagó un intelectual y político comprometido con su pueblo. Para su tiempo, Eugenio Espejo fue un revolucionario e insurgente ante la injusticia, la discriminación y a desigualdad social.

Redacción: Piedad Escobar