ESPEJO,
REFORMADOR SOCIAL Y ADELANTADO DE LA CIENCIA MÉDICA
Un viaje por pasajes de la vida de Eugenio Espejo y el obscuro tiempo quiteño que le correspondió vivir, al cual respondió con la prédica de una reforma social, constituyó la segunda jornada del simposio “El Espejo que nos une”, que se desarrolló en la biblioteca de FLACSO.
El poeta y periodista Gabriel Cisneros y el médico Ángel Alarcón, que
participaron en la presentación del libro “Eugenio Espejo, médico y prócer”, de
autoría de éste último, destacaron la poca conocida proyección de Espejo en el mundo
científico europeo de su tiempo, con la publicación de su ensayo sobre la
viruela como apéndice del libro del científico español Francisco Gil, titulado “Disertación
Físico Médica para el control de las viruelas”, traducido al Italiano y Alemán.
En la presentación también participó Marcia Zapata, bióloga y físico-matemática, quien destacó las epidemias que azotaron a lo que hoy es Ecuador en el Siglo XVIII, en el que vivió y murió Espejo. De ellas, la más recurrente fue la viruela, que se desató ocho veces sobre Quito y Guayaquil, a lo largo de esa centuria, las que sumadas a las de esta misma especie, de anteriores siglos, diezmaron a la población indígena.
En el panel que siguió a la presentación del libro de Alarcón, el médico
Edmundo Estévez sostuvo que la figura de Espejo debe ocupar “un sitial en la
galería de los precursores” de la Microbiología en América. “Sus concepciones
filosóficas sobre la naturaleza microbiana de las epidemias, muchas de ellas
son fruto de un cerebro visionario” y sus “discriminaciones microbiológicas”
son “compaginables con las conquistas bacteriológicas de los investigadores
contemporáneos”, sostuvo.
El trabajo de Espejo sobre las viruelas, a parte de una crítica a la
formación de los médicos en Quito, agregó el disertante, contiene “una serie de
enunciados científicos de avanzada acerca de la intervención, prevención y
causalidad de las enfermedades infecto contagiosas como la viruela”.
De su lado, la comunicadora María Cristina Jarrín, que también disertó en
la mesa, destacó que Primicias de la Cultura de Quito”, periódico fundado por
Espejo, “sentó las bases de un periodismo crítico y autocrítico”, que postuló
la necesidad de educación pública gratuita y la importancia de la libertad de
pensamiento y de la crítica, y la necesidad de una sociedad más justa e
igualitaria.
Su producción literaria y periodística, agregó, testimonia un trabajo
minucioso que alcanza el análisis e investigación de los escenarios culturales
de su tiempo. El periódico de Espejo también alertó sobre el oscurantismo en el
que vivía la sociedad quiteña, pero valoró el genio artesanal de sus habitantes,
remarcó.
El bibliotecario Eduardo Puente, destacó que con la impronta de educación
jesuita que había recibido, Espejo vivió en una época de hegemonía del
escolasticismo y discusiones metafísicas, en la que los intelectuales quiteños
se expresaban con afectación y carecían de ideas nuevas, mientras sus
habitantes, en general, ni leían ni escribía bien, pese a que en la ciudad
funcionaban tres universidades, todas religiosas.
Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, la biblioteca de esta orden
religiosa, de alrededor de 40 mil libros pasó a formar parte de la primera
biblioteca pública que se creó en Quito, recién veinte años después, justo
cuando Espejo era expulsado a Bogotá por las autoridades de la Real Audiencia,
por su cuestionamiento a la sociedad de su tiempo.
A su retorno, fue nombrado titular de la biblioteca pública de Quito, en
1791, función que desempeñó apenas cuatro años, porque en 1795 fue detenido en
su propio lugar de trabajo, acusado de subversión, en una operación en la que
se profanaron libros, en busca de evidencias que justifiquen la inculpación. En
diciembre de aquel año, Espejo murió afectado por la disentería que había
adquirido en la cárcel durante su cautiverio.
Las mesas de la segunda jornada del simposio fueron moderadas por el
escritor y periodista Gabriel Cisneros y el periodista Luis Onofa. El simposio
es organizado por el Colectivo Espejo Libertario, FLACSO, Universidad
Indoamérica, Sociedad de Egresados del Mejía, Asociación Nacional de
Bibliotecarios Eugenio Espejo, y las administraciones Manuela Sáenz y Eugenio
Espejo de Quito.