lunes, 29 de mayo de 2023




ESPEJO, REFORMADOR SOCIAL Y ADELANTADO DE LA CIENCIA MÉDICA

Un viaje por pasajes de la vida de Eugenio Espejo y el obscuro tiempo quiteño que le correspondió vivir, al cual respondió con la prédica de una reforma social, constituyó la segunda jornada del simposio “El Espejo que nos une”, que se desarrolló en la biblioteca de FLACSO.

El poeta y periodista Gabriel Cisneros y el médico Ángel Alarcón, que participaron en la presentación del libro “Eugenio Espejo, médico y prócer”, de autoría de éste último, destacaron la  poca conocida proyección de Espejo en el mundo científico europeo de su tiempo, con la publicación de su ensayo sobre la viruela como apéndice del libro del científico español Francisco Gil, titulado “Disertación Físico Médica para el control de las viruelas”, traducido al Italiano y Alemán.

En la presentación también participó Marcia Zapata, bióloga y físico-matemática, quien destacó las epidemias que azotaron a lo que hoy es Ecuador en el Siglo XVIII, en el que vivió y murió Espejo. De ellas, la más recurrente fue la viruela, que se desató ocho veces sobre Quito y Guayaquil, a lo largo de esa centuria, las que sumadas a las de esta misma especie, de anteriores siglos, diezmaron a la población indígena. 




En el panel que siguió a la presentación del libro de Alarcón, el médico Edmundo Estévez sostuvo que la figura de Espejo debe ocupar “un sitial en la galería de los precursores” de la Microbiología en América. “Sus concepciones filosóficas sobre la naturaleza microbiana de las epidemias, muchas de ellas son fruto de un cerebro visionario” y sus “discriminaciones microbiológicas” son “compaginables con las conquistas bacteriológicas de los investigadores contemporáneos”, sostuvo.

El trabajo de Espejo sobre las viruelas, a parte de una crítica a la formación de los médicos en Quito, agregó el disertante, contiene “una serie de enunciados científicos de avanzada acerca de la intervención, prevención y causalidad de las enfermedades infecto contagiosas como la viruela”.

De su lado, la comunicadora María Cristina Jarrín, que también disertó en la mesa, destacó que Primicias de la Cultura de Quito”, periódico fundado por Espejo, “sentó las bases de un periodismo crítico y autocrítico”, que postuló la necesidad de educación pública gratuita y la importancia de la libertad de pensamiento y de la crítica, y la necesidad de una sociedad más justa e igualitaria.

Su producción literaria y periodística, agregó, testimonia un trabajo minucioso que alcanza el análisis e investigación de los escenarios culturales de su tiempo. El periódico de Espejo también alertó sobre el oscurantismo en el que vivía la sociedad quiteña, pero valoró el genio artesanal de sus habitantes, remarcó.

El bibliotecario Eduardo Puente, destacó que con la impronta de educación jesuita que había recibido, Espejo vivió en una época de hegemonía del escolasticismo y discusiones metafísicas, en la que los intelectuales quiteños se expresaban con afectación y carecían de ideas nuevas, mientras sus habitantes, en general, ni leían ni escribía bien, pese a que en la ciudad funcionaban tres universidades, todas religiosas.

Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, la biblioteca de esta orden religiosa, de alrededor de 40 mil libros pasó a formar parte de la primera biblioteca pública que se creó en Quito, recién veinte años después, justo cuando Espejo era expulsado a Bogotá por las autoridades de la Real Audiencia, por su cuestionamiento a la sociedad de su tiempo.

A su retorno, fue nombrado titular de la biblioteca pública de Quito, en 1791, función que desempeñó apenas cuatro años, porque en 1795 fue detenido en su propio lugar de trabajo, acusado de subversión, en una operación en la que se profanaron libros, en busca de evidencias que justifiquen la inculpación. En diciembre de aquel año, Espejo murió afectado por la disentería que había adquirido en la cárcel durante su cautiverio.

Las mesas de la segunda jornada del simposio fueron moderadas por el escritor y periodista Gabriel Cisneros y el periodista Luis Onofa. El simposio es organizado por el Colectivo Espejo Libertario, FLACSO, Universidad Indoamérica, Sociedad de Egresados del Mejía, Asociación Nacional de Bibliotecarios Eugenio Espejo, y las administraciones Manuela Sáenz y Eugenio Espejo de Quito.





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